Película: El silencio de los corderos

Título: El Silencio de los Corderos
Año: 1991
Director: Jonathan Demme
País: Estados Unidos
Mi puntuación: 9,3


Me redimo de mi pecado de no haber visto esta película y sí algunas escenas sueltas. Hay tantas películas en la historia del cine que son imprescindibles y no las hemos visto que a veces en vez de ir al cine tendríamos que quedarnos en casa haciendo los deberes y ver estas obras magnas del séptimo arte.

Bueno, qué decir de esta película que nadie sepa ya, o mejor dicho, que solo unos pocos desconocen. Pues diré lo que todo el mundo sabe: Anthony Hopkins tiene una interpretación perfecta, descomunal y tan sumamente real que viendo esta película ya te hace postrarte a los pies de este genial actor. No es de extrañar que le valiese un Oscar al mejor actor, que también se le sumó el de Judie Foster y otros tres más (mejor película, mejor director y mejor guion adaptado).

Lo que realmente me fascina de este film es el propio personaje de Hannibal Lecter, es tan atractivo en el sentido inteligente, pero a su mismo tiempo esconde un monstruo dentro. Dan ganas de sentarse al otro lado del cristal y mantener un charla con él, tras la seguridad del cristal, ¿A quién le caía mal Hannibal Lecter y lo veía como el malo malísimo de la película? Yo creo que a nadie, porque es capaz de hipnotizarte, que lo veas como una especie de Ranita Venenosa, atractiva y a la vez letal. Creo que el Hannibal es un perfil de villano perfecto, sabiendo que es cruel y despiadado en cierto sentido te gusta, no lo ves con los ojos de criminal, es el Doctor Hannibal Lecter, no es un criminal cualquiera. Que este personaje sea tan carismático hubiese sido imposible sin la interpretación de Anthony Hopkins, de eso estoy seguro. Añadiré una curiosidad para los fans, Hopkins se inspiró en el comportamiento de una víbora para el papel de Hannibal, de ahí la famosa escena del: Thibs thibs thibs...











Tampoco es para despreciar el papel del antagonista principal de la película, Ted Levine. Con otro papel jodidamente soberbio de semi-transexual cabreado nos dejó otra de las grandes escenas que serán recordadas en el cine. Escena que luego 'homenajearía' a su manera Kevin Smith en Clerks 2.











De verdad, si alguien no ha visto esta película no sé que está esperando. Dejar de gastar seis y siete euros en el cine y ved esta obra. Cuando terminéis de verla solo os quedará un eco en la cabeza: Clarice, Clarice....

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