Director: Olivier Nakache y Eric Toledano
País: Francia
Año: 2011
Mi puntuación: 9
A veces envidio mucho al cine francés por la elegancia de sus películas, una historia que podía caer en el dramatismo y en la simpleza, sin embargo acaba en una cinta que no te borra la sonrisa ni un segundo. No te ríes a carcajadas, te ríes porque sabe transmitir la felicidad que sienten sus personajes, sufres con ellos y al mismo tiempo compartes sus alegrías.
No es por criticar al cine español, pero es que me imagino esta película rodada aquí y seguro que el tetrapléjico es pobre, era albañil y se quedó tetrapléjico en un accidente laboral, lo cuida su madre que es una borracha, vive en un barrio tipo las 10.000 viviendas de Sevilla, su mujer lo deja cuando se queda tetrapléjico y no le deja ver a sus cuatro hijos que pasan de él, cobraría una miseria de ayuda del gobierno, etc, etc, etc. Y con todo eso caeríamos en el cine español de barrio, de historias duras, en el drama total y absoluto. No sé, el cine francés lo veo diferente, son historias de la vida pero con otro toque distinto, sin caer en vulgaridades, que parecemos todos los españoles chonis, barriobajeros y mindundis.
Recomiendo encarecidamente esta película, es una comedia que no te defraudará. No estarás revolcándote en el suelo por sus chistes, sino que te arrancará miles de sonrisas porque es infinitamente tierna y entrañable. Y ojo, lo más reconfortante es que es una historia tan real como la vida misma. Me alegra que cosas así pasen en este mundo. ¡Yes, we can!
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