Año: 1988
País: Japón
Director: Katsuhiro Ôtomo
Mi puntuación: 7
Voy a tocar una película que muchos amantes de este mundillo la consideran una especie de semidios de la animación. No les falta razón; pero también hay que decir que es una paja mental de proporciones bíblicas. Esto es muy propio de la animación nipona que se permite unas fantasías desproporcionadas de un nivel que siempre piensas que están enfermos o algo así. Genios o enfermos mentales, las dos definiciones siempre son válidas para los asiáticos en cualquier producción audiovisual que hagan.
Vamos con la película, empezamos con lo fácil de puntuar: la calidad del dibujo y animación. En esto "Akira" es lo más, una belleza de tales magnitudes que hace soñar a los amantes viejunos del anime. Claro que el presupuesto de esta película fue sumamente grande en su época (7 millones) lo que se nota en la calidad. Trístemente para el resto de los mortales, que nos gusta producir contenidos audiovisuales, la regla suele ser (recalco suele): "Calidad de quedarte patidifuso = Dinero".
La otra parte artística de la película, la BSO, es simplemente sublime. Acompaña perfectamente la acción y me ha dado en ciertos momentos me da la impresión que utiliza la voz como instrumento musical. Un diez.
Ahora vamos con la controversia de la película, la trama. "Akira" es una mezcla de diversas piezas: religión, fuerza de la naturaleza, política, postapocalipsis, bandas callejeras, etc. Todo eso es difícil de encajar en una película; pero en 2 horas que dura la cosa lo consigue. Eso sí, no me preguntes muy bien el porqué suceden las cosas que no tengo mucha idea, teorías y poco más. Esta película es del modelo Wikipedia, terminas de verla y vas a buscar realmente qué es lo que sucede porque la película no lo ha explicado bien o tu no te has enterado. El final es entre abierto y las piernas de María Lapiedra.
A pesar de ser una película de apocalipsis y cosas de esas, sigo insistiendo que no todo es válido en la ciencia ficción, por lo menos en cuanto a lo que es creíble dramáticamente. Los japos utilizan mucho la técnica Dragonbolesca de que siempre algo sucede en el último segundo, una fuerza inexplicable emana de algún lugar y con ello el protagonista derroca a las temibles y poderosas fuerzas del mal para así vencer. Este es el manual del guionista nipón: hazte todas las pajas mentales que quieras, haz el decorado más bizarro que se te ocurra, que tus personajes vuelen, digievolucionen o se tiñan de rubio el pelo sin pasar por la peluquería; pero la única norma es que el bueno siempre ganará con un poder oculto que aparecerá sin previo aviso cuando todo parezca perdido. Este poder conlleva la emisión mucha luz, en forma de esfera o semiesfera normalmente, y que los personajes secundarios que miran lo que ocurre abran la boca y digan frases como "¿Qué está pasando?". Hasta que el pepinazo de poder oculto desaparece se pueden tirar fácilmente unos 10 minutos de película, si son series de anime pues se puede ir a un capítulo perfectamente con flashbacks y toda esa mierda que les gusta a los japoneses de recordar su infancia.
Al final siempre acabo soltando alguna mierder teoría de las mías sobre el cine o series; pero bueno. La verdad es que "Akira" mola, mejor, vamos a decir que no decepciona; pero de ahí a imprescindible me parece que hay un salto importante. Si te gusta la animación japonesa te la recomiendo sin dudarlo; pero sino no te pierdes mucho, más que nada porque es una rayada muy gorda que se le ocurrió a un japonés (que su propia naturaleza de por si ya es rayante)
Por cierto, cuando he visto Pioneer de distribuidor al principio se me ha saltado una lágrima.
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