El Ataque de los Clones (Película)

Título: El Ataque de los Clones
Año: 2002
País: Estados Unidos
Director: George Lucas
Mi puntuación: 3.5

¡Ha vuelto! ¡Oh dios mío! ¡Y está más excitado que nunca!

Si señores, tras un largo período de ausencia vuelvo a vuestras pantallas para contaros por qué El Ataque de los Clones es la peor película de Star Wars de la historia. Bueno, sin contar el especial de navidad, las pelis de los Ewooks, y casi todo el Episodio III. Bueno, contándolos también. Al lío.



Con el Episodio II George Lucas se enfrentaba a un desafío muy importante. La Amenaza Fantasma había sido vapuleada por los fans, aunque en taquilla funcionó como un cohete. El director tenía que volver al buen camino, dejar su obsesión por hacerlo todo digitalmente, trabajar más los personajes y escribir una historia más divertida. ¿Lo hizo? Desde luego que no.

El Ataque de los Clones es un caramelo para los ojos, pero no un caramelo bonito, sino uno de esos que parece que están buenos y luego a sabe a mierda de rata. El encanto de las maquetas y los decorados reales desaparecían por completo para dar paso a una legión de personajes sin gracia, vacíos y sin nada interesante que decir. Desde el primer minuto, los protagonistas son obligados a moverse delante de enormes cromas verdes, haciendo como que están interesados por lo que ven, mientras hablan a un personaje que ni siquiera está ahí, delante de ellos. El hastío del elenco protagonista es patente en la película. 

Natalie pensando qué coño hace con su vida

- Oye mira, ¿quieres salir en las nuevas pelis de Star Wars? 
- ¡Coño! ¿Voy a coger una espada láser, disparar a soldados de asalto y volar la estrella de la muerte subido a una maqueta a tamaño real de una nave?
- No, tu ponte delante de este croma, y muévete para allá mientras dices esto. Pero hazlo con sentimiento.

La trama se sitúa 10 años después de La Amenaza Fantasma. Un puñado de planetas quiere independizarse de la República Galáctica, cosa que el consejo Jedi no va a permitir. Ante una inminente guerra, el canciller Palpatine manda la creación de un ejército de clones. Va, tampoco es que sea la bomba, pero podría entretener: Jedis, clones, espadas láser, batallas, guerra y sexo intergaláctico con Natalie Portman. ¿Tenía buena pinta, verdad?

Bien, ahora imagina que estás andando por la calle y te cruzas con George Lucas. En un momento, todo pasa a suceder en cámara lenta: ves cómo se agacha y coge un pedazo de mierda de la acera, y en un aeróbico movimiento estilo lanzador de béisbol, te lo tira a la cara. Imagina ese "puighh" al estallar contra tu cara. Eso es El Ataque de los Clones.



¿Os quejábais del Anakin infante? Pues os vais a cagar con el Anakin adolescente. Soso, desesperante, irritante y vacío. Se queja por todo, como una mujer con la regla: es que Obi Wan esto, es que el consejo Jedi lo otro, es que mi madre, es que voy a arruinar mi carrera con esta película. A fregar, Hayden Christensen. ¿Y Darth Vader viene de esto? Lección magistral sobre cómo arruinar a uno de los villanos más imponentes de la historia del cine.

Pasamos a la porno Portman. Se supone que tenemos que creernos que siente algo por Anakin. La química entre ellos es nula, pero tiene sentido teniendo en cuenta cómo Lucas dirige a los actores. Ponte allí y di esto. Luego le besas.

El guión tampoco es el fuerte de George Lucas, ojito a lo que le dice Anakin a Padmé para confesar sus sentimientos:

- Hay algo dentro de mí. Cuanto más pienso en ti, más crece.

Una vez en Murcia le dije eso a una chavala que me molaba. Anakin se acaba tirando a Padmé en la peli después de usar esa frase. ¿Por qué a mi no me iba a funcionar? Fue una noche loca en el calabozo.

Ewan McGregor hace lo que puede. Sin ser brillante, es el único que no provoca ira homicida. Una pena que Lucas desaprovechara a actores como Ian Mcdiarmid, Christopher Lee o Samuel L. Motherfucking Jackson. Tres nombres ENORMES de la industria del cine. Aquí, sencillamente, aburren.

Las escenas de acción no están mal, el problema es que no te crees nada de lo que ves, pues salta a la vista que TODO está hecho por ordenador. Me da igual que disparen a ese clon, que maten a ese droide, que destruyan esa cosa o derriben esa nave, porque nada es real y no va a tener consecuencias reales para la trama. Me la pela.

Yoda. Lo de Yoda es de juzgado de guardia. El gran maestro Jedi que se refiere a la fuerza como algo místico, un poderoso aliado que debe usarse con cautela, sin dejarse llevar por el odio. Que reniega de la guerra, pues, como dice en El Imperio Contraataca, la guerra no hace grande a uno... en fin. Aquí saca su sable láser y activa el modo centrifugadora, se pone a pegar saltos y dar volteretas de forma absurda para combatir al final de la película. Un momento bochornoso y que incluso a mi, una persona que ama Star Wars por encima de todo, me avergüenza.



C3P0 y R2D2 tratan de recuperar su papel como el alivio cómico de la saga... sin éxito. Especialmente en el caso del primero. Bochornoso.

Bueno, vamos a decir cosas que me gustaron de la película. Me gustó que Jar Jar no saliera más de dos minutos. Me gustó la banda sonora, y me gusta cuando se acaba. Coño, al menos La Amenaza Fantasma tiene momentos memorables: la carrera de vainas y la batalla final a cuatro bandas. El Ataque de los Clones no es sólo la más aburrida de las seis películas, ¡sino que es la más larga!

Quiero acabar ya con esto. El Episodio II es... como el Crepúsculo de Star Wars. Una entrega donde se desarrolla la trama amorosa de la saga, de forma aburrida e increíble (en el mal sentido, el de que no te crees nada ni a nadie), con escenas de acción que aburren porque, sencillamente, sabes que nada de lo que ven, tocan, combaten, o hablan con/a los protagonistas existe físicamente. En mi opinión, la peor de las 6 y con diferencia. 

Mi nota es un 3.5 sobre 10. 


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