Temporada: 2
Año: 2016
País: EEUU
Cadena: FX
Mi puntuación: 4
Muy buenas a todos los amigos de este blog una vez más. Llevaba mucho tiempo sin escribiros desde este pequeño rincón de internet acerca de lo que más nos gusta: las series. Llevo un poco sobrecargada la agenda preparándome las oposiciones para vestir de azul; además de que el director de Esem Radio ha delegado en mi persona la conducción del programa D'Serie y eso lleva cierto trabajo también. Sabéis que siempre os agradezco que me leáis; pero si no os habéis cansado de mí al final de este post podéis oírme en el enlace que está justo a la derecha de la pantalla.
Terminé hará cosa de dos semanas la segunda temporada de The Strain y podría haber escrito antes sobre ella teniendo más fresca la memoría, sin embargo después de un tiempo de reflexión puedo escribir de manera más justa. Puedo resumir la segunda temporada como una españolización de la misma, es decir, The Strain se ha apuntado a la moda española de contratar unos actores de principio a fin de temporada. Lo anterior se traduce a que pase lo que pase los protagonistas nunca morirán en esta temporada por mucho que la situación se ponga peliaguda. Se vuelve sumamente predecible y cansino que no haya un factor sorpresa, un giro dramático que desencadene la pérdida de una pieza importante del puzzle de la salvación de la humanidad.
No es tan sólo que nadie muera; sino que los protagonistas me siguen transmitiendo el mismo carisma: se pueden morir todos. Sobretodo si es el profesor Goodweather, maldito capullo con un hijo más inútil que el padre. Si crees que no puede haber un niño más odioso que Ollie (Juego de Tronos) espera a ver a Zach. La relación entre padre e hijo es sumamente ridícula, el hijo prefiere a su madre, en un estado más lamentable que el 'antes' de una crema antienvejecimiento, que a su padre. Destaca que el Amo quiera secuestrar al puto niño (sinceramente no encuentro un motivo razonable) ya que a los 5 minutos seguro que lo suelta porque no lo aguanta ni su madre convertida. Por cierto, increíble despliegue de imaginación de los guionistas ante la idea del ejercito de niños ciegos araña que montan los vampiros para capturar a Zach. Sí, sí, lo habéis oído bien, Niños Ciegos Araña; hubiese molado más Niños Rata Araña, serían mucho más letales.
Cambiando de tercio, los sucesos que ocurren en la trama se vuelven un tanto ridículos. Tenemos a una concejala que le declara la guerra a los vampiros como si de la Inquisición se tratase: cuelga a los vampiros de un muro en modo de advertencia al resto, lo típico en un país civilizado como Estados Unidos (Aunque dentro de poco lo veremos en la realidad con los Mexicanos). Aparece también el Dante de Devil May Cry de los vampiros, con un calco de lo que fuera el personaje mítico de Capcom se dedica a machacar a los de su especie por algún motivo que se desconoce, sólo sabemos que es bueno y que hizo un cameo en Spartacus; aunque dentro del despropósito es lo que más mola de la temporada para ser sinceros.Luego pues pequeños detalles como: gerontofilia, infiledidades de un día, bisexualidad y ataques víricos a vampiros. Vamos, ¿quién coño ha escrito esto?
El final de temporada es lo único que medio se salva de una catastrófica temporada de relleno, puesto que el punto de partida de la segunda temporada se mantiene hasta casi el final de la misma. Aguantar trece largos capítulos de una hora cada uno para que realmente no pase nada, ni nadie muera y siempre estemos en las mismas como que cansa, aburre y desespera a cualquiera. La tercera temporada va a estar difícil que la siga como esto no cambie (o mueran todos). Os dejo el resumen gráfico que se os queda más:
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