Año: 2016
Director: Antonie Fuqua
País: EEUU
Mi puntuación: 4
¡Eyyyyyy! ¿Qué pasa chavales? Estamos de vuelta después de un largo periodo de inactividad en este blog, sin embargo tengo varias cosillas en la recámara por postear para tener un mes apoteósico de humor y críticas (El moderador del blog advierte que no se garantiza que sean más de 2 post este mes, contando este, ni que vaya a tener el más mínimo resquicio de humor).
Mi última incursión en una sala de cine me llevo a ver esta película protagonizada por Denzel Washignton haciendo básicamente de cliché de Denzel Washington, pero esta vez en mitad del Lejano Oeste. Sinceramente no estaba demasiado convencido de lo que iba a ver, pero el resto de la cartelera me hizo elegir la opción más segura para no dormirme con mis 5 euros de entrada.
El filme empieza y termina envuelto en un torrente de clichés agónicos. Un justiciero solitario, un chochito en apuros (¿Se puede decir chochito sin que te censure un colectivo feminazi?), el guaperas caradura, el malo sin escrúpulos... Vamos, lo que viene siendo lo mismo de siempre. Luego empiezan a aparecer el resto de justicieros que no terminan de convencer con sus historias de superación con libros de autoayuda, tampoco se detiene la película en contarlo bien o dedicarle el tiempo necesario. Leí por forocarros que parecían los hijos de Bratt Pit y Angelina Jolie, como siempre, una vez más, Forocarros hizo el mejor resumen posible.
Quizás el papel más desaprovechado de la película sea el de Vicent D'Onofrio (AKA Soldado Patoso o malo de Daredevil: La Serie). Se postulaba como el personaje que da un escape humorístico al film, pero sólo queda en dos chistes y un paso sin pena ni gloria.
El resto de la película sinceramente la veo como una serie de momentos mal aprovechados, parecen que pueden ir a más, pero caen en agua de borraja. Como es la pelea entre los indios Comanches, uno bueno y el otro gordo malo. Es la típica escena que dices: ¡buah! van a sacar todas sus artes ancestrales de lucha con hachas y verás tú la que se lía. Al final es: Pim, pam y a tomar por culo en tres segundos.
Para terminar acabar con la figura del malo. Dentro de lo que cabe, el hijoputismo del malo malísimo no quedaba mal del todo. Previsible, sí; pero aceptable. Sin embargo no me terminó de cuadrar el final. Después de que los 7 justicieros acabasen con la vida de más de 200 mercenarios, ¿a dónde pijo va el jefe de los malos a entrar al pueblo con tan sólo dos escoltas? ¿No podía irse y volver con más mercenarios? Una gilipollez de final como un castillo que se resuelve con que la película no podía durar más tiempo. Luego la muerte del mismo jefaso estaba más que segura que iba a ser a manos de un personaje en concreto, escena previsible hasta en los títulos de inicio.
Después de echar la bilis, os dejo que la digiráis. ¡Ah, sí! Decir también que Hollywood le queda menos para explotar. Los mensajes son claros: Los 8 Odiosos, Los 7 Magníficos... ¿Qué será lo próximo? ¿Los 6 políticamente correctos?
Besis de chocolate para mi legión de fans.
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