Crudo (Película)

Título: Crudo
Año: 2016
País: Francia
Directora: Julia Ducournau
Mi puntuación: 7,5

He salido del cine y me he sentado rápidamente a escribir esta crítica fresca, fresca, casi cruda, para vosotros. Esta película la llevo oyendo desde el año pasado, cuando se proyectó en Cannes. Resulta que un individuo o individua se desmayó en plena proyección de la película, después de eso el marketing estaba asegurado y mi interés también.

A fecha de 18 de Marzo de 2017 puedo decir que aquella persona que se desmayó o estaba 'untada' para hacer el paripé o era sumamente gilipollas. Sí, así de duro me pongo, porque esta película, quitando escasos 5 minutos de metraje, no es gore ni por asomo. ¿Desagradable? A duras penas.

Odio mucho, muchísimo, al departamento de marketing de esta película. Me parece un absoluto error calificar "Crudo" como una película de gore y desagradable, encima con un tráiler totalmente equívoco a la realidad que se va a mostrar. Es elevar el listón del 'hype' a niveles insospechados; pero que no se cumplen, por lo menos para mí, ni de lejos.

Calificar de desagradable y perturbadora una cinta es para mí poner la señal de peligro en modo: "El Anticristo", "Saló" o "A Serbian Film" (en este caso lo más parecido hubiese sido "Holocausto Caníbal"). Películas que de verdad me dejaron muy marcado y que me parecen producto de una mente enferma. "Crudo" se presentaba dentro de lo desagradable como una historia más allá de la sangre y las entrañas, pero que al final es más el contenido que el envoltorio. Recalco, no vayáis al cine pensando que "Crudo" va a ser una película imposible de visualizar por sus desagradables imágenes o por el terror que pueda suscitar ver salsa roja, para nada, "Crudo" es otra experiencia, una película de evolución de personajes y de autodescubrimiento. 

Realmente, mi idea equivocada ha provocado que la película me haya sabido a poco porque yo iba con mi mente dispuesta a ver otra cosa mucho más cruda (valga el chiste fácil). Incluso mis amigos han rehuido de mi propuesta de ver esta película porque esperaban ver algo insufrible. Se demuestra de nuevo que el departamento de marketing ha estado poco listo.

La película tiene su sello de cine francés, de hecho rezuma ese 'nosequé' que tienen los films de los 'coqs'. Los planos, el uso poético del silencio y las miradas, la inserción de planos sin ningún aporte adicional a la trama más allá del '¿A qué coño viene esto tan gratuito?', etc. Sobre todo el final es lo más parecido a una resolución a la francesa. Una resolución a la francesa suele tener un final más o menos abierto, bastante perturbador y que te llega en el momento que menos te lo esperas (coincidiendo con un momento de calma). De hecho me gustan esto finales porque te vas a casa con el sabor de la sorpresa, como si hubiera sonado un 'Tachaaaaaaaán' y aprovechas la inercia de la incredulidad para mirar a tu compañero de al lado y exclamar: '¡Vaya tela premoh!.



Ya para terminar voy a hablar de la actriz, Garance Maliller. Siempre he dicho que hay que tener pelotas para actuar en una película española por el tema de escenas de sexo y tetas al aire que tienen; pero actuar en Francia es un deporte de riesgo. Nunca sabes si al director o directora le puede apetecer una escena realmente random y sumamente ridícula que le de vergüenza ajena hasta a los espectadores sabiendo que es todo ficción. Todo esto lo tiene 'Crudo' y Garance Maliller lo hace muy bien. Actriz a seguir por esta interpretación.

Así que lo dicho, 'Crudo' es una película que tiene todo lo bueno que suele tener el cine francés: exquisitos planos, buena banda sonora y una historia entre rara y profunda. También peca de lo malo que tiene el cine francés, que o lo odias o lo amas, no hay término medio. A mí personalmente me ha dejado un poco frío, no por la culpa de la película que me ha parecido más que interesante y bien contada, sino que esperaba ver más escenas desagradables que me encojan del asiento (como anunciaba el tráiler) y al final había na' de na'.

Imagino que la estrategia para vender la película ha sido que si el cine de francés no vende por sí solo, hay que vendérselo a las personas más perturbadas de este país. En Orihuela se ve que hay pocos porque en el pase de las 22.30 de un Viernes de estreno éramos 4 personas en la sala. Una cagada monumental.


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