Año: 2014
País: Nueva Zelanda
Director: Taika Waititi y Jemaine Clement
Mi puntuación: 9
Muy buenas a todos amantes de lo audiovisual. He vuelto con una nueva reseña de película. Ya sé que hacía algún tiempecillo que no posteaba ninguna nueva película; sin embargo las que tenía en la recámara me convencían bastante poco (Piratas del Caribe 5, Cine Basura: La Película, Vaiana o Mi Vecino Totoro). Aunque tengo previsto hacerles la crítica algún día porque tengo la reportadora llena.
En la otra cara de la moneda, lejos de las películas que no me han gustado y me dan pereza escribir sobre ellas, se encuentran un conjunto de películas poco conocidas y que me parecen tan geniales que inmediatamente de verlas les tengo que hacerles su reseña en este blog. En ese grupo se encuentra la película de hoy.
Descubrí esta película prácticamente ayer durante mi asidua visita a la web Wisel Wisel (si no la conocéis os la recomiendo). Mi instinto de cinéfilo se activó y me dije para mí mismo que tenía que saber más sobre ella porque tenía pinta de ser de mi rollo. Una vez leído la sinopsis ya no tuve ninguna duda de que tenía que verla.
Viago, Deacon y Vladislav son tres vampiros que comparten piso en Nueva Zelanda. Hacen lo posible por adaptarse a la sociedad moderna: pagan el alquiler, se reparten las tareas domésticas e intentan que les inviten a entrar en los clubs. Una vida normal, salvo por una pequeña diferencia: son inmortales y tienen que alimentarse de sangre humana. Cuando su compañero del sótano, Petyr, convierte en vampiro a Nick, nuestros protagonistas deberán enseñarle como funciona todo en su recién estrenada vida eterna. (FILMAFFINITY)
Aunque lo realmente llamativo de la sinopsis no es sí mismo de qué va la película, sino cómo está rodada. Toda la película es un falso documental del estilo Empeños a lo bestia o cualquier otro programa de Energy sobre los estrafalarios trabajos de los norteamericanos. Creo que ésta es la clave del éxito de Lo que hacemos en las sombras.
Tenemos que partir de la base que es una película de bajo presupuesto (del estilo del cine español; pero sin que se quede con todo el dinero las productoras para luego declararse en quiebra). Es una baza muy importante para decidir hacer una película como un falso documental. Ya no importa en exceso la iluminación, los efectos especiales, la banda sonora ni tampoco la fotografía. Mientras que quede algo parecido a un ambiente de reality sobra.
Obviamente, si no importa la fotografía ni los efectos especiales, ¿en qué recae el atractivo de la película? Pues en nada más y nada menos que en las situaciones y en los diálogos. Para ser una película de hora y veinte minutos no aburre para nada. Los diálogos son divertidos al igual que las situaciones. Los personajes están muy bien estereotipados y conseguidos para que el público empatice con ellos. Incluso, que los propios cámaras del falso docuemental sean tomados como parte de la realidad de los personajes es muy divertido.
Por otro lado he de valorar las actuaciones. La película parece estar rodada con 5 colegas que han salido de la universidad tras estudiar comunicación audiovisual (y les han enseñado cosas productivas de verdad). De los colegas que se han juntado, algunos tienen mejores dotes de actuación que otros; pero hay alguno que es para darle una paliza. Esto ocurre aquí, algunos actores se les nota que no están cómodos del todo y se les ve excesivamente forzados. Aunque los tres vampiros protagonistas lo bordan muchísimo. Destaco el papel de Taika Waititi (uno de los directores) como Viago.
La película gusta al público más que a la crítica (como siempre suele diferir y no sé porque les seguimos haciendo caso cuando los mayores consumidores somos nosotros). Se llevó el premio del público en el Festival de Toronto y en Sitges en 2014. Por algo será que cada vez sea una película con más adeptos por las redes.
En resumen, Lo que hacemos en las sombras es una atípica película de humor. Con un premisa altamente disparatada hace que el espectador se sienta viendo realmente un falso documental. El éxito recae en que sabe qué tipo de película es y a lo que aspira, cuida sus limitaciones y las supera de manera genial.Si hay una palabra que defina a esta película sería: ORIGINAL. Entretenida de principio a fin, deja claramente un candidatura a ser película de culto (aunque sea sólo para el público).
Un mordisquito y hasta la próxima
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